Aprovechando el lanzamiento de la familia Galaxy Note 20 y el Galaxy Watch 3, Samsung lanzó su nueva hornada de tablets, las Samsung Galaxy Tab S7 y Samsung Galaxy Tab S7+. En Xataka ya hemos tenido ocasión de probar largo y tendido el modelo más potente, la Samsung Galaxy Tab S7+ 5G, un dispositivo que parte de los 899 euros y que, como veremos a lo largo de este, su análisis, nos ha dejado con un sabor de boca propio de un restaurante con varias estrellas Michelín.
Si bien es cierto que las tablets no gozan de los mismos volúmenes de ventas que los smartphones, ordenadores y portátiles, hay una serie de dispositivos que destacan por encima de los demás. Apple tiene sus iPad Pro, Huawei sus MatePad Pro 5G y Samsung sus Galaxy Tab S7+ 5G, que busca colocarse como el máximo exponente de los tablets Android. ¿Qué experiencia ofrece? ¿Cómo se comporta? Vamos a salir de dudas.
Ficha técnica del Samsung Galaxy Tab S7+ 5G
SAMSUNG GALAXY TAB S7+ 5G | |
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DIMENSIONES Y PESO | 285 x 185 x 5,7 milímetros |
PANTALLA | 12,4" Super AMOLED |
PROCESADOR | Altavoces cuádruples con sonido por AKG |
MEMORIA RAM | 6/8GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO | Snapdragon 865+ |
CÁMARA TRASERA | 13 MP (f/2.0) + 5 MP (f/2.2) |
CÁMARA DELANTERA | 8 MP (f/2.0) |
BATERÍA | 10090 mAh |
SISTEMA OPERATIVO | Android 10 con One UI 2.5 |
CONECTIVIDAD | Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac/6, dual-band, Wi-Fi Direct, hotspot |
OTROS | Lector de huellas en pantalla |
PRECIO |
Samsung Galaxy Tab S7+ - Tablet de 12.4" QHD (Wifi, Procesador Qualcomm Snapdragon 865 Plus, RAM de 6GB, Almacenamiento de 128GB, Android 10, S Pen incluido) - Color Negro [Versión española]
Diseño: grande, premium y horizontal
Cuando sacas la Samsung Galaxy Tab S7+ 5G de la caja, lo primero que llama la atención es que es bastante grande. Después de todo, estamos ante un dispositivo que mide 285 x 185 milímetros. Sin embargo, basta con cogerlo para darse cuenta de que, realmente, no se siente como tal. Tiene un grosor absurdamente bajo, de 5,7 milímetros, y aunque pesa algo más de medio kilo en mano es muy equilibrado. Samsung sabe cómo construir buenos dispositivos y, en pocas palabras, el Samsung Galaxy Tab S7+ 5G no es una excepción.
La trasera tiene una textura de aluminio con acabado microarenado, lo que hace que sea muy, muy suave al tacto. Es agradable y es de esos dispositivos a los que da pena ponerle una funda, porque se agradece poder disfrutar de su construcción. La trasera es bastante sencilla, ya que es completamente lisa y solo encontramos el módulo de las dos cámaras, el cargador del S-Pen y las antenas (por que sí, este modelo en particular tiene 5G).
Si repasamos los cantos, completamente rectos y con las esquinas algo curvadas, encontraremos los cuatro altavoces estéreo firmados por AKG a los lados, el puerto USB tipo C a la derecha, los pines para conectar la funda con teclado en la parte inferior y los botones de volumen, el de inicio y el slot de la SIM en la superior. ¿Echáis algo en falta? Exactamente, el jack de auriculares, que no hace acto de presencia, y el lector de huellas, que se ha llevado debajo de la pantalla.
La ubicación de los botones es correcta, pero tampoco es que sea precisamente cómoda. No es fácil alcanzarlos sin mover las manos o sujetar la tablet de una forma un tanto poco natural, pero tampoco es nada particularmente grave. El lector de huellas, por su parte, se alcanza perfectamente con el dedo pulgar de la mano derecha. Finalmente, los altavoces están en una ubicación correcta, pero es relativamente fácil tapar los dos inferiores si sujetamos la tablet en horizontal o en vertical.
Y hablando de sujetar la tablet en horizontal o vertical, la Galaxy Tab S7+ 5G está muy pensada para ser usada en horizontal. ¿Cómo lo sabemos? Por el formato de su pantalla, evidentemente, pero también por la ubicación de la cámara delantera, que está en el marco superior (si sujetas la tablet con los pines hacia abajo).
En lo referente a la pantalla, viendo cómo han evolucionado los smartphones, hay quien dirá que los marcos se podrían haber aprovechado mejor, pero que haya unos cuantos milímetros de margen tiene su razón de ser: colocar los pulgares al sujetar la tableta. Los marcos tienen el tamaño perfecto para poder dejar los pulgares sobre ellos y que no toquen la pantalla. Menos marcos = dedos sobre la pantalla = toques fantasma.
En cuanto a diseño, las únicas pegas que le podemos poner a la tablet es que los bordes están demasiado esquinados y cómo se carga el S-Pen. Primero los bordes. No es se nos claven en las manos ni nada por el estilo, ni mucho menos, pero si los bordes traseros estuvieran un poquito redondeados sería mucho más cómodo sujetar la tablet durante más tiempo.
Segundo, la ubicación del S-Pen. Samsung lo incluye en el paquete y está bien, porque se aprovecha mucho, pero para cargarlo tendremos que dejarlo sobre la base de carga imantada que hay en la parte trasera. Al hacerlo, el dispositivo se queda bastante levantado al dejarlo sobre una mesa y es susceptible a que un mal golpe le haga algún tipo de daño. Además, solo se carga en una posición (con la punta del lápiz mirando a la cámara). También habría agradecido que el imán fuese algo más fuerte para evitar que un toque accidental despegue el S-Pen o lo mueva. Por lo demás, es un dispositivo bien construido, que se nota resistente y al que es complicado encontrarle puntos negativos.
Pantalla y audio: quiero verlo y oírlo todo aquí
Pero si por algo destaca la Samsung Galaxy Tab S7+ 5G es por su pantalla y su sistema de sonido. Hacemos un pequeño spoiler y adelantamos que la pantalla es el apartado que más nos ha gustado de la tablet. Es una de esas pantallas que enamoran a simple vista. Tenemos un panel Super AMOLED de 12,4 pulgadas con resolución WQXGA+ (1.752 x 2.800 pixeles), lo que se traduce en 266 píxeles por pulgada. No es una densidad demasiada alta y no supera esa barrera de los 300 ppp, pero eso no significa que vayamos a apreciar los píxeles ni nada por el estilo, al menos a una distancia prudencial.
La pantalla se ve perfectamente. El nivel de brillo es sobresaliente, es compatible con HDR10+ y tiene unos colores lo suficientemente saturados para que llamen la atención sin llegar a ser estridentes. Tiene algo de trampa, ya que la tablet trae activado por defecto el modo de pantalla intenso. Si lo desactivamos, los colores se apagarán ligeramente, así que recomendamos dejarlo como está. La calibración de colores de fábrica es correcta, pero también podemos modificarla manualmente si lo deseamos.
Pero más allá de los colores y del brillo, lo que llama poderosamente la atención es su tasa de refresco de 120 Hz. Estamos hablando del doble de hercios que una pantalla de smartphone o tablet convencional, es decir, que la tablet nos muestra 120 fotogramas por segundo. ¿Y eso en qué se traduce? En una fluidez exquisita en el scroll, las transiciones y la navegación.
Un punto a destacar es que en la Galaxy Tab S7+ 5G sí podemos usar los 120 Hz con la máxima resolución. De hecho, no podemos cambiar la resolución a FullHD+ como sí se puede en algunos smartphones. El usuario puede alternar entre los 60 Hz y los 120 Hz desde los ajustes para ahorrar batería, pero como veremos más adelante, la autonomía no es que sea precisamente un problema. Si me preguntas a mí, mejor dejar los 120 Hz y disfrutar de la pantalla en su máximo esplendor.
Leer y navegar usando la tablet es una gozada, ya que todo se siente muy fluido y el formato del panel ayuda. Otra cosa es que lo vayamos a usar para trabajar, en cuyo caso encontramos el mismo problema que en la Samsung Galaxy Tab S6: se habría agradecido un formato más cuadrado. Satisfacer ambas demandas es complicado y, a título personal, me ha gustado más para jugar y consumir contenido multimedia que para trabajar.
En lo referente al sonido, tenemos cuatro altavoces estéreo firmados por AKG en los laterales de la tablet. Se escuchan fenomenal, tienen buenos bajos (sorprendentemente buenos), los agudos están bien interpretados e incluso a volúmenes alto se puede disfrutar de la música, películas y series. Igualmente, la mejor experiencia la hemos conseguido con el volumen al 80%. Sobra decir que tenemos compatibilidad con Dolby Atmos, que aporta ese punto envolvente.
Ahora bien, hay algo que es complicado perdonar en una tablet y es, precisamente, la ausencia de jack. Es cierto que casi todos los fabricantes, Samsung incluido, se han lanzado a producir auriculares inalámbricos que pasan a formar parte de su ecosistema de productos, pero en un dispositivo que se disfruta tanto viendo pelis y series, usar unos auriculares cableados se antoja bastante necesario. No podemos usar el jack y tampoco se incluye un adaptador USB tipo C - jack, algo que habría sido un detalle en un dispositivo que parte de los 900 euros.
Rendimiento y software: no eres tú, es Android
Visto el dispositivo por fuera, vamos a sacar el bisturí y echar un vistazo a lo que nos ofrece la Samsung Galaxy Tab S7+ 5G en términos de potencia. La tablet de Samsung es una tablet de gama alta, de lo más premium que nos podemos encontrar. Bajo el capó de la tablet encontramos 6 GB de memoria RAM (con opción de 8 GB), 128 GB de almacenamiento interno (con opción de 256 GB y ampliables con microSD) y el procesador Snapdragon 865+, lo más potente de Qualcomm.
Los seis gigas de RAM, que a priori pueden sonar escasos viendo que ya hay smartphones con 12 GB, no han dado problemas en el día a día a la hora de abrir apps o mantenerlas en segundo plano. Los 128 GB de almacenamiento interno, sin embargo, sí pueden ser pocos para según qué usuarios. Yo soy del tipo de usuarios que lo tienen todo en la nube y lo consumen todo en streaming, pero aquellos que instalen muchos juegos, lleven películas y canciones almacenadas en local y descarguen muchas apps seguramente acaben llenando los 128 GB más pronto que tarde. Una buena microSD soluciona este punto.
En cuanto al procesador y su GPU, no se pueden tener quejas. La tablet monta el Snapdragon 865+, que es un Snapdragon 865 vitaminado con un 10% más de potencia y velocidad de renderizado, así como una GPU Adreno 650 overclockeada. El rendimiento es sobresaliente en todos los aspectos, ya sea para navegar, abrir apps, jugar a los juegos más pesados o estar tranquilamente haciendo scroll en Twitter. Más sobre esto más adelante.
El procesador Snapdragon 865+, además, dota de conectividad 5G al Samsung Galaxy Tab S7+ 5G (obviamente), y aquí podemos discutir sobre si merece o no la pena pagar ese sobrecoste de 200 euros. La Tab S7+ WiFi de 128 GB vale 899 euros y la homóloga 5G 1.099 euros. A día de hoy, el 5G solo está disponible con Vodafone y los casos de uso son más bien escasos.
El 5G aporta más bien poco a la experiencia con una tablet, cuyo uso a nivel de usuario suele ser más doméstico y con WiFi, por lo que tampoco es una implementación a la que haya que prestarle mayor atención, al menos ahora mismo. Quizá cuando el juego en streaming se democratice, todas las tarifas de datos sean ilimitadas y el 5G esté en todo el territorio español toque repensarlo, pero a día de hoy, en agosto de 2020, con el modelo solo WiFi, tendremos más que suficiente.
Cerrando el tema de los componentes y el rendimiento, Samsung ha apostado por una combinación claramente ganadora: una enorme pantalla Super AMOLED, 120 Hz de tasa de refresco y un procesador de gama alta que mueve todo sin ni siquiera despeinarse. Ya vayamos a usar la tablet para jugar, ver películas o leer, el dispositivo se comportará a las mil maravillas. Otra cosa es el sistema operativo, que es algo en lo que Samsung puede meter mano, pero a medias.
La Samsung Galaxy Tab S7+ 5G cuenta con Android 10 con One UI 2.5 y Samsung, por supuesto, ha hecho lo posible por hacer que se pueda aprovechar semejante pantalla con lo que ofrece Android. Así pues, podemos abrir aplicaciones en una ventana para mantenerlas encima de la app que estemos usando (bien para escribir o tomar notas), acceder a una "Edge Screen" lateral con accesos rápidos a apps o ajustes, tomar notas con el S-Pen con la pantalla apagada, etc. El problema es que no todas las apps de terceros están adaptadas al formato tablet.
A título personal, el ejemplo más claro, evidente, sangrante e incomprensible es Twitter. El servicio del pajarito tiene una aplicación para iPad adaptada al tamaño del iPad, pero en Android, la app brilla por no estar adaptada y ofrecer una experiencia pésima. Tanto es así que es preferible abrir la webapp en lugar de la aplicación. Facebook, que tiene una app mejor adaptada, tampoco se disfruta. Y no hablemos de Instagram o TikTok. No es un problema de la tablet, insisto, es un problema de que las apps de terceros no están bien adaptadas. No ocurre lo mismo con los juegos, dicho sea de paso, que sí se disfrutan a lo grande en una pantalla de este calibre.
Entre las funciones destacadas implementadas por Samsung están la opción de abrir las apps en ventanas, como si fuera un escritorio de PC, o las funciones del S-Pen, véanse los gestos. Cuesta un poco pillarles el truco, pero es una cuestión de poner algo de voluntad y aprender a coger el boli correctamente.
El S-Pen, de hecho, tiene un gran protagonismo en el uso de la tablet. No solo Samsung ha reducido su latencia de forma espectacular, hasta el punto de que no es apreciable ningún tipo de retardo, sino que, a título personal, me he encontrado usándolo más de lo que pensaba. Tanto es así que he acabado acostumbrándome a usar el lápiz para escribir en cualquier app, interactuar con la pantalla, tomar notas con la pantalla apagada o hacer anotaciones. Punto positivo para Samsung por incluirlo en el paquete.
Pero sin duda, lo más llamativo es que la tableta sabe cuándo estás usando el S-Pen y se adapta. Me explico. Si estás dibujando o haciendo alguna cosa con el S-Pen y necesitas reposar la mano sobre la pantalla, la tablet ignora ese "toque" y solo presta atención a las acciones que hacemos con el S-Pen. Esto puede ser particularmente útil para los que quieran usar el dispositivo para diseñar o hacer cosas más creativas, como editar fotos. Es un detalle de esos que pueden no llamar demasiado la atención a simple vista, pero que se agradece que estén.
No podemos olvidarnos tampoco de Samsung Dex, esa interfaz similar al escritorio que Samsung lleva años desarrollando. Como idea es buena, pero todavía tiene mucho trabajo por delante. Le pasaba a la Galaxy Tab S6, le pasaba al Note 10+, que usé durante un mes, y le pasa a la Galaxy Tab S7+. No todas las aplicaciones rinden bien en las ventanas de Dex ni están adaptadas (las de Samsung sí, por supuesto), y el formato de la pantalla no ayuda. Además, la experiencia pierde mucho sin una funda con teclado como la que Samsung vende, por lo que, en la práctica, no es una función que hayamos usado mucho.
Como podemos ver, el problema no está en el dispositivo, sino en el software. No es un problema de Samsung, de los componentes, de la pantalla o de la interfaz, es un problema de las aplicaciones Android. Es, desde mi punto de vista, la principal diferencia entre cualquier tablet Android y un iPad: el ecosistema de apps presente en las respectivas tiendas. Desgraciadamente, no es algo en lo que Samsung pueda hacer mucho, sino que depende de los desarrolladores.
Autonomía: el bien y el mal
La autonomía de la Samsung Galaxy Tab S7+ 5G es, sencillamente, buena. Es algo importante en un dispositivo así, que probablemente se use para largas sesiones de trabajo, juego o consumo multimedia. Con sus 10.090 mAh de capacidad, la tablet nos ofrece unas 12 horas de pantalla activa viendo mayormente contenido multimedia, que no está mal. No es la cifra más alta del mercado, cierto es, pero durante el tiempo que hemos estado probándola no hemos echado en falta más horas de pantalla.
Ahora bien, toca pegarle un pequeño tirón de orejas a Samsung. ¿El motivo? Una carga rápida a medias. La Tab S7+ 5G es compatible con carga rápida de 45W, pero el cargador que necesitamos para aprovecharla no viene incluido en la caja. ¿Qué significa eso? Que cargar la tablet del cero al cien por cien con el cargador incluido lleva un buen rato, más de tres horas, para ser exactos. No es un problema si la vas a cargar de noche, pero sí si quieres darle un chute rápido para seguir viendo Netflix.
Cámaras: lo esperable en una tablet
Como ya hiciera la compañía en modelos anteriores, su nueva tablet aterriza con dos cámaras traseras y una cámara delantera. Sobra decir que no estamos ante unas cámaras similares a las que podemos encontrar en un smartphone, ni lo pretenden. No es un elemento que vayamos a utilizar mucho en el día a día porque, bueno, es más cómodo (y frecuente) llevar un móvil en el bolsillo para hacer una foto rápida que una tablet en una mochila.
En esta ocasión tenemos una cámara trasera con dos sensores: el principal, de 13 megapíxeles con apertura f/2.0, y el secundario, un gran angular de cinco megapíxeles con apertura f/2.0. La cámara delantera, más pensada para hacer videollamadas que para subir selfies a Instagram, se queda en ocho megapíxeles con apertura f/2.0. Para el vídeo, podemos grabar en 4K a 30 fotogramas por segundo.
El rendimiento de la cámara principal es bastante bueno para un dispositivo así. Se conserva el nivel de detalle, el HDR consigue recuperar las luces altas y las sombras más pronunciadas y la imagen, en términos globales, es correcta. Cuando usamos el gran angular, la cosa cambia (como suele pasar en los móviles). La iluminación es correcta, pero el nivel de detalle se resiente y la foto en general es mejorable. Si vas a usar la tablet para hacer fotos, mejor usar el sensor principal.
La cámara delantera, que usaremos para las videollamadas o hacernos algún selfie muy puntual, es muy buena cuando la luz acompaña. El nivel de detalle del sujeto es correcto, las luces y sombras están bien gestionadas y, básicamente, no es un mal selfie (salvando lo agresivo que es el HDR). La lente es gran angular, así que podemos tirar la foto desde más lejos para capturar más escena, de nuevo, con buenos resultados. Ahora bien, cuidado cuando hay poca luz o es escasa, porque entonces el nivel detalle se reduce bastante.
En cuanto al vídeo, no es una mala cámara, pero no es la de un móvil. El nivel de detalle es bueno, el sonido se recoge bien, pero la velocidad de enfoque y la estabilización tienen margen de mejora. Más arriba tienes un vídeo grabado en 4K a 30 FPS sujetando la tablet con las dos manos. Es una cámara que salvará la situación, pero mejor usar la del smartphone.
Samsung Galaxy Tab S7+ 5G, la opinión y nota de Xataka
Hacíamos un spoiler al principio cuando decíamos que la Samsung Galaxy Tab S7+ 5G nos ha gustado mucho y, llegados a este punto, queda claro que es así. La nueva tableta de Samsung viene a configurarse como el máximo exponente de las tablets Android y tiene un montón de argumentos que funcionan de maravilla.
A nivel de diseño no se le pueden poner quejas y las que tenemos son minucias comparadas con la foto global. La pantalla, con su tecnología Super AMOLED y sus 120 Hz, es una delicia en el día a día, lo que unido a un sistema de audio más que solvente otorga una experiencia excelente. El rendimiento acompaña, por supuesto, ya que la tableta es capaz de cualquier cosa que le pidamos.
El problema lo tenemos a nivel de software, y no es algo que podamos "criticar" de esta tablet en particular, sino de cualquiera. Salvo las apps de ofimática, algunas apps de diseño y los juegos, Android sigue siendo un lastre en la experiencia con una tablet. Samsung ha hecho todo lo que está en sus manos para solventar este inconveniente, y se agradece, pero "Android para tablets" todavía está muy lejos de iPadOS. Las comparaciones son odiosas, pero el iPad Pro y la Samsung Galaxy Tab S7+ 5G se miran frente a frente y, en cuanto a software, el iPad sigue ganando.
Y eso nos lleva a la siguiente pregunta: ¿merece la pena gastarse entre 900 y 1.100 euros por una tablet así para trabajar o hacer tareas de diseño? Ese rango de precios deja a la Tab S7+ 5G a la altura de algunos portátiles más que solventes en este terreno y, en última instancia, dependerá de cada usuario. Otra cosa es que hablamos de ver películas, jugar o leer de forma portátil, en cuyo caso es una compra más que recomendable, porque la Samsung Galaxy Tab S7+ monta la mejor pantalla en una tablet que hemos visto hasta ahora.
8,8
A favor
- La pantalla, toda una delicia ya sea para ver películas o leer.
- Los cuatro altavoces AKG se escuchan muy bien.
- Potencia más que suficiente para cualquier tarea.
En contra
- Android sigue sin cuajar como sistema operativo para tablets Android.
- No tiene jack de auriculares.
Samsung Galaxy Tab S7+ - Tablet de 12.4" QHD (Wifi, Procesador Qualcomm Snapdragon 865 Plus, RAM de 6GB, Almacenamiento de 128GB, Android 10, S Pen incluido) - Color Negro [Versión española]
La tablet ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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