El Samsung Galaxy S es sin ninguna duda el teléfono más avanzado técnicamente fabricado por Samsung hasta la fecha. Se sirve con Android 2.1, pero cuenta con una actualización a Froyo programada para septiembre. Teniendo en cuenta estos dos aspectos podíamos situarlo en buena situación con respecto a la competencia, sobre todo por la importancia que está cobrando que un terminal Android no se quede desfasado.
El modelo de Samsung Galaxy S que llega a nuestro país forma parte de una familia de teléfonos que apuesta por dominar el mercado de los smartphones, varios terminales con ligeros cambios estarán disponibles en 110 países diferentes, con unas expectativas de ventas de 10 millones de unidades. ¿Lo conseguirá?, razones de peso no le faltan, vamos a conocerlas en este análisis.
Samsung Galaxy S, diseño adecuado y materiales mejorables
Hasta en la telefonía móvil nos movemos por tendencias, y el Samsung Galaxy S es un exponente más en la creación de teléfonos con cuatro pulgadas o mas, y diseño bastante rectangulares, en los que la pantalla es lo importante como si de una tablet se tratara. En nuestro caso además se acentúa al tener un grosor de sólo 9.9 mm. Echad un vistazo a las diferencias con un teléfono tan conocido como el Nokia 5800 XpressMusic:
Las dimensiones completas son de 122.4 × 64.2 × 9.9 mm, y el conjunto consigue un peso de 118 gramos, muy ligero si lo comparamos con teléfonos de similares dimensiones (un Xperia X10 pesa 135 gramos). En definitiva, el teléfono cae en la mano perfectamente (incluso en manos pequeñas). El borde frontal del teléfono sobresale ligeramente para proteger la pantalla al situarlo boca abajo.
Cuenta con un diseño de líneas simples y elegantes, que aguantará bien el paso del tiempo, formando un conjunto liviano a la vista y en la mano en el que parece que todo es perfecto, pero no es así, ya que la calidad de construcción y materiales en algunos aspectos no es de teléfono de gama alta. Hablamos de la zona trasera del teléfono que abusa del plástico, dando una sensación peor que la que tuvimos con el excelente Samsung Wave (en él se utilizó aluminio). Tampoco me gusta el mecanismo con el que encaja la tapa de la batería.
En lo que respecta a botones, tenemos tres bajo la pantalla, de los cuales dos son táctiles, tampoco faltan los típicos botones de volumen. Otros elementos en la zona frontal son la cámara para vídeollamadas (VGA), y los siempre útiles sensores de proximidad y luz ambiental.
No me parece adecuado que hayan prescindido de un botón dedicado para la cámara, ni tampoco me gusta la posición del botón de bloqueo de pantalla (a la derecha del teléfono), que también es el del encendido. Para desbloquear el teléfono debemos pulsar este bóton o el central, y luego hacerlo de forma táctil con un gesto.
Un buen detalle de Samsung es el de proteger con una compuerta el puerto microUSB, a su lado encontramos un conector de 3.5mm que además sirve como salida de televisión.
SuperAMOLED crece hasta las 4 pulgadas
Mi experiencia anterior con este tipo de pantallas había sido con el Samsung Wave, en aquella ocasión se quedaba en 3.3 pulgadas, que lo hacían menos interesante para contenidos multimedia o visualizar páginas webs, pero que ciertamente contaba con una densidad de puntos realmente impresionante comparada con esta versión de 4 pulgadas (233.24 PPI), y es que ambas tienen la misma resolución: 480×800 píxeles.
Siguiendo con las comparaciones, me parece que la sensibilidad de la pantalla al tacto del Samsung Galaxy S es excelente, es más fácil interactuar que con la del Wave, gracias a su mayor tamaño. Os recordamos que Samsung ha decidido no producir estas pantallas para terceros para poder cubrir la demanda de estos teléfonos.
A falta de poder realizar una comparación con Retina Display de iPhone 4, no encuentro en el mercado pantallas con mejores negros y ángulos de visión que la que tiene el Samsung Galaxy S. Quizás los colores aparezcan algo saturados, pero a mi me gusta el resultado final.
Gran parte de culpa del grosor y peso conseguido en el teléfono la tiene esta nueva pantalla, además de que también repercute positivamente en la autonomía de la batería. También ha mejorado bastante la visualización en exteriores con respecto a las AMOLED originales.
Buena autonomía para el motor que lleva
La batería que encontramos tras la tapadera de plástico es de 1500mAh, y teniendo en cuenta que estamos ante un gigante de 4 pulgadas de pantalla multitarea y sobrada potencia, la autonomía es mucho mejor de lo que cabe esperar.
Las cifras oficiales nos informan de seis horas y media en conversación en red 3G y 24 días en tiempo de espera. Detalles como los fondos animados y la multitarea pueden comer mucha batería, por lo que debemos cuidarlos, también se esperan mejoras con la llegada de Froyo. En este sentido los compradores no van a sentirse defraudados al estar en la media de autonomía del mundo de los Smartphones, pero teniendo en cuenta que andamos con 4 pulgadas y potencia bastante por encima de la media.
He estado haciendo un uso bastante decente del teléfono varios días para probar la autonomía, puedo decir que con el brillo de la pantalla en modo automático y animaciones fuera, he estado hablando alrededor de media hora diaria, casi 3 horas conectado vía WiFi por jornada y haciendo uso del 3G esporádicamente, pues el teléfono me aguantaba la psicológica cifra de dos días, sin olvidarme que hice un poco de uso de la radio ambos días.
Lógicamente si hacemos uso de aplicaciones exigentes como juegos 3D o reproducimos mucho vídeo en alta definición, la batería baja a mayor velocidad, especialmente lo he notado al hacer Tethering con la funcionalidad que tiene el aparato, con la que la batería se consume al doble de velocidad.
Samsung Galaxy S, un hardware con mucho que enseñar
Sobre el papel el Galaxy S es el teléfono más potente del mercado, sobre todo en cuestiones gráficas donde está un paso por delante gracias a su GPU PowerVR SGX540.
Hemos tocado en varias ocasiones el tema de la circuitería y potencia del terminal, os recomiendo que echéis un vistazo a la comparativa en la que explicamos las diferencias con otros modelos importantes del mercado, doblando al segundo en la lista con 28 millones de polígonos por segundo.
Ni siquiera el impresionante Motorola Droid X llega a su nivel, sin embargo en la propia Samsung nos encontramos al asequible Wave que comparte hardware con el teléfono que ocupa nuestras líneas. La arquitectura hardware utilizada es la Hummingbird a 1GHz (ARM Cortex A8) firmada por Samsung.
Si nos vamos a la memoria tenemos 512MB de RAM y en almacenamiento interno existen dos versiones, la que he tenido ocasión de probar tiene 16GB (la otra es de 8GB). La ranura para tarjeras microSD es capaz de leer hasta 32GB y se puede operar con el teléfono encendido.
En conectividad el móvil está más que bien servido, nos encontramos ante un terminal HSPA (7.2/5.76Mbps), ofrece WiFi n, Bluetooth 3.0 (con Android 2.1 se pueden enviar archivos), y un puerto microUSB. Destacamos especialmente la posibilidad de usar el conector jack como salida de vídeo, yo no tengo el cable necesario para probarlo, pero podéis echar un vistazo a este vídeo de la gente de HDBlog.it:
Entrando en la parte negativa, el teléfono presenta algunos problemas con la conectividad WiFi (tampoco es preocupante), que en ocasiones, y sin explicación aparente se pierde con facilidad, he estado documentándome en la red y no es un problema aislado, y sólo ocurre con esta versión de Galaxy S, supongo que será solucionado en sucesivas actualizaciones.
Me gustaría volver a recalcar la posibilidad de crear un punto WiFi con nuestra conexión 3G, tampoco falta la aplicación AllShare que nos facilita compartir contenidos del teléfono con otros dispositivos (DLNA).
Primeras conclusiones
Sobre el papel nos encontramos con el teléfono más potente del mercado (aunque esté por demostrar), acompañado del sistema operativo con mayor crecimiento, por lo que hacernos con uno es apuesta segura, otra cuestión es si tenemos teléfonos en el mercado que nos parezcan más interesantes o se amoldan mejor a nuestras necesidades. Si todo sale bien, prometo una interesante comparativa con otro gallito del mercado.
En esta primera parte del análisis os he presentado algunos aspectos como el hardware y diseño del dispositivo, para entrar en detalle en temas software, cámara y conclusiones finales en una segunda parte que estoy preparando. Me gustaría que mientras lo confecciono os animéis a consultar cualquier duda que tengáis o que pueda resaltar en el próximo artículo, siempre que esté en mis manos.
Si estáis interesados en el teléfono, antes de leer la segunda parte de nuestro análisis, os informo de precios y disponibilidad del Samsung Galaxy con Movistar, que tiene el teléfono en exclusiva. También es posible adquirirlo de forma libre a un precio aproximado de 500 euros.
El teléfono móvil ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
En Xataka | Samsung Galaxy S, análisis (II): llevando a Android 2.1 por el buen camino. En Xataka | Samsung Galaxy S, análisis (III): cámara, multimedia y conclusiones Sitio oficial | Samsung Galaxy S. Vídeo | HDBlog.it.
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