�Apocalypse now� (1)
Francisco Casavella
Hace un a�o aproximadamente, la editorial Valdemar lanz� al mercado su colecci�n Intempestivas, t�tulos unidos todos ellos por una voluntad de ara�ar en los m�rgenes del pensamiento actual y mostrar la dudosa marginalidad de esos extremos, si por ello entendemos que uno puede prescindir de su contenido y seguir dej�ndose arrastrar tan tranquilo por la inapelable corriente del mainstream. Por poner un ejemplo de la novedad de estos m�rgenes, el primer t�tulo de la colecci�n, Vamps & Tramps, presentaba al lector espa�ol a Camille Paglia, una interesante ensayista en casi todos los temas que aborda menos precisamente en el que le ha hecho famosa, ese nuevo feminismo que, como tal, ya hab�a sido adoptado por las mujeres de mi ciudad y en concreto las de mi barrio, mucho antes de que la se�ora Paglia abriese la boca. Algo muy distinto es que la Paglia viva en un pa�s en el que todos se est�n volviendo locos y que, como sus paisanos, feministas o no, lo confunda con el mundo.
De la locura de ese pa�s, de ese imperio y no de la extrema lucidez de un pensamiento que se oponga al pensamiento �nico, es de lo que se supone que estamos hablando cuando leemos las p�ginas de Cultura del Apocalipsis, el �ltimo t�tulo de la colecci�n. En 1987, Adam Parfrey recopil� en Feral Press una serie de art�culos en revistas underground, panfletos, volantes, cartas al director no publicadas o entrevistas cuya impresi�n general daban ese tono apocal�ptico, ese �otro lado del sue�o americano� que es tan viejo como el mismo sue�o. Licantrop�a moderna, charlas con psic�patas, el islam americano, la omnipresente conspiranoia, la eugenesia y el asesinato considerado (otra vez) como una de las bellas artes son los temas que se abordan en este libro con el que tanto el ant�logo como los editores pretenden demostrar dos cosas: a) que la histeria del pensamiento merece, valga la redundancia, un segundo pensamiento y b) que la realidad supera a la ficci�n. La primera de esas proposiciones es rigurosamente cierta y es la que da valor al libro (como se lo dar�a revisar a los cl�sicos, hoy tan olvidados, del pensamiento reaccionario como Joseph de Maistre o Leon Bloy para determinar que el presagio de apocalipsis no es algo nuevo). El que diga otra vez que la realidad supera a la ficci�n o no sabe qu� es la realidad o no sabe qu� es la ficci�n.
De algunas partes concretas de Cultura del Apocalipsis hablaremos la semana que viene. Porque las hay que no tienen desperdicio si las miramos con ojos pop. O sea, de pulpo.
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