Pocos ordenadores portátiles para juegos y creación de contenido tienen la capacidad de transmitirnos la sensación de estar probando algo nuevo. Algo diferente. El ROG Zephyrus Duo 15 de ASUS sí la tiene. Lo analizamos a fondo hace dos años, y su rendimiento global nos encantó. No obstante, lo que nos enamoró fue la experiencia que nos propusieron sus dos pantallas y el impacto que nos demostraron tener en nuestra productividad.
El nuevo ROG Zephyrus Duo 16 al que vamos a dedicar este artículo recoge el testigo de aquel portátil que tanto nos gustó en 2020, y lo hace actualizando todos los componentes que dos años después es necesario poner al día y refinando aquellos apartados que tenían margen de mejora. Lo hemos probado, y, como estáis a punto de descubrir, nuestras sensaciones durante esta primera toma de contacto son muy positivas.
En cualquier caso, antes de seguir adelante merece la pena que nos detengamos un momento para echar un vistazo a la configuración de la revisión que hemos visto en acción. Su procesador es un Ryzen 9 6900HX de AMD con 8 núcleos y capaz de procesar simultáneamente un máximo de 16 hilos de ejecución.
De arroparlo se encargan 32 GB DDR5-4800, un procesador gráfico GeForce RTX 3080 Ti de NVIDIA (la versión para portátiles) y dos unidades SSD de 2 TB cada una con interfaz PCIe 4.0 y configuradas en RAID 0 (striping). No cabe duda de que son unas especificaciones de primera división que, como veremos más adelante, tienen un impacto muy evidente en el precio de este ordenador portátil.
ASUS ROG Zephyrus Duo 16: especificaciones técnicas
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características |
---|---|
pantalla principal |
LCD IPS mini-LED WQXGA (2560 x 1600 puntos) de 16 pulgadas, 16:10, 165 Hz, 3 ms, Dolby Vision, AMD FreeSync Premium Pro y 100% de cobertura del espacio de color DCI-P3 |
pantalla secundaria |
LCD IPS 4K (3840 x 1100 puntos) de 14 pulgadas |
procesador |
AMD Ryzen 9 6900HX (8 núcleos, 16 hilos de ejecución y 20 MB de caché) |
memoria principal |
32 GB DDR5-4800 SO-DIMM |
procesador gráfico |
NVIDIA GeForce RTX 3080 Ti con 16 GB GDDR6 |
almacenamiento |
2 x SSD de 2 TB con interfaz PCIe 4.0 NVMe M.2 (RAID 0) |
sistema operativo |
Windows 11 Home |
conectividad |
1 x HDMI 2.1, 2 x USB 3.2 Gen 2 tipo A, 2 x USB 3.2 Gen 2 Tipo C, 1 x Gigabit Ethernet, 1 x jack de 3,5 mm combinado y lector de tarjetas micro-SD |
conectividad inalámbrica |
Wi-Fi 6E Bluetooth 5.2 |
batería |
Iones de litio de 4 celdas (90 Whr) |
sonido |
Procesado Dolby Atmos 6 altavoces |
webcam |
720p |
dimensiones |
355 x 266 x 20,5 mm |
peso |
2,6 kg |
precio |
La segunda pantalla pretende mejorar nuestra experiencia (y lo ha conseguido)
Antes de indagar en las características y la experiencia que nos propone la segunda pantalla os propongo que echemos un vistazo a la pantalla principal de este portátil. Incorpora un panel LCD IPS de 16 pulgadas con resolución WQXGA (2560 x 1600 puntos) y retroiluminación mini-LED. Su frecuencia de refresco máxima es 165 Hz, tiene un tiempo de respuesta de 3 ms, es compatible con contenidos Dolby Vision, y, según ASUS, es capaz de restituir el 100% del volumen de color del espacio DCI-P3.
Como veis, sobre el papel sus características pintan muy bien. Durante esta primera toma de contacto no hemos tenido la oportunidad de analizar su calidad de imagen con detenimiento, pero si he de quedarme con aquello que inicialmente me llamó más la atención elegiría sin dudarlo la riqueza con la que reproduce el color y la precisión con la que actúa el algoritmo que se responsabiliza de la atenuación local de la retroiluminación.
Vamos con la segunda pantalla. Al igual que la principal, recurre a un panel LCD de tipo IPS, aunque su densidad de píxeles por pulgada es mayor que la de la matriz a la que complementa (tiene una resolución de 3840 x 1100 puntos). Estas cifras reflejan con claridad la peculiar relación de aspecto que nos propone esta pantalla secundaria de 14 pulgadas, que, como podemos intuir, es táctil.
Una vez que hemos llegado a este punto lo natural es que nos preguntemos para qué sirve esta pantalla secundaria y qué nos aporta. Podemos utilizarla para muchas cosas: para ejecutar aplicaciones desarrolladas expresamente para sacarle partido; para mantener visibles algunas tareas que se ejecutan en segundo plano; para actuar sobre un chat o una herramienta de streaming mientras ejecutamos un juego en la pantalla principal, etc.
ASUS define sus prestaciones de una forma bastante ilustrativa: lo llama multitarea avanzada. Sus posibilidades son muy amplias, pero, como es lógico, es necesario que los desarrolladores se esfuercen para sacarle el máximo partido posible.
Si nos ceñimos a su calidad de imagen, esta segunda pantalla está a la altura. No pude probarla en exteriores, pero me dio la sensación de que su capacidad de entrega de brillo no es un problema. Además, responde con precisión a los trazos cuando la utilizamos para escribir o dibujar sobre ella a mano alzada, y, al igual que la pantalla principal, reproduce el color de una forma muy convincente (aunque probablemente no con tanta precisión como la unidad principal).
El panel que podemos ver en la siguiente fotografía de detalle ha sido ideado por los ingenieros de ASUS para ayudarnos a personalizar el comportamiento de la pantalla secundaria. Es intuitivo, pero sobre todo me gustó debido al enorme abanico de opciones que pone en nuestras manos.
De hecho, son tantas que merece la pena dedicarles algo de tiempo porque familiarizarnos con ellas nos ayudará a sacar más partido a la pantalla secundaria. Y no cabe duda de que quien opte por hacerse con este portátil estará decidido a aprovechar la multitarea avanzada que nos propone esta segunda pantalla. De lo contrario es preferible optar por un equipo de ASUS u otra marca con el diseño convencional que apuesta por una única pantalla.
El teclado y el 'touchpad' de este portátil son una delicia
En la siguiente fotografía podemos ver que la ubicación del touchpad de este ordenador portátil es poco habitual. Y es que en vez de estar alojado justo debajo del teclado y en el centro del equipo está colocado en el margen derecho.
Es probable que a algunos usuarios les cueste al principio un poco acostumbrarse a manipularlo en esta posición, pero una vez que haya transcurrido un breve periodo de adaptación todo debería ir como la seda (yo tardé apenas unos minutos en interiorizar que el touchpad no está alojado en su ubicación habitual).
En gran medida la experiencia que nos propone un ordenador portátil está condicionada por la calidad de su teclado, y el que nos entrega ASUS junto a este equipo es de mucha calidad. El tacto de las teclas es agradable; su recorrido, correcto (1,7 mm); la distancia que separa unas de otras nos ayuda a minimizar las pulsaciones fallidas, y, además, apenas sufren de oscilación transversal.
Esta última cualidad es importante porque la ausencia de oscilación reduce la fatiga mecánica sobre las articulaciones de nuestras manos (especialmente en nuestras muñecas).
La siguiente fotografía de detalle delata una prestación interesante del touchpad: en cualquier momento podemos transformarlo en un teclado numérico táctil que, ahora sí, está colocado en su ubicación tradicional (más o menos).
Esta forma de implementar el teclado numérico tiene una ventaja muy clara: nos permite tenerlo cuando lo necesitamos, pero, sin embargo, no ocupa espacio debido a que, en realidad, está integrado en el touchpad. Dado el limitado espacio disponible en los ordenadores portátiles esta solución me parece ingeniosa y apetecible.
La conectividad de este portátil para juegos (sí) está a la altura
En la siguiente fotografía podemos ver con claridad la inclinación de la pantalla secundaria cuando abrimos el ordenador portátil. Los 13 grados que adquiere nos permiten actuar sobre este panel con comodidad, pero esta no es la única razón por la que los ingenieros de ASUS han introducido un mecanismo, que, por cierto, es muy robusto, para dotar a esta pantalla de esta inclinación.
Y es que el hueco que queda entre la pantalla secundaria y la superficie del recinto del portátil cuando lo estamos utilizando permite evacuar el aire caliente del interior del equipo con eficacia para renovarlo con aire a temperatura ambiental procedente del exterior.
Me parece una decisión acertada, sobre todo si no pasamos por alto que dentro de este equipo residen un procesador gráfico GeForce RTX 3080 Ti y una CPU Ryzen 9 (por mucho que ambos componentes estén adaptados a las características de los ordenadores portátiles).
En lo que se refiere a la conectividad este equipo es generoso. Y es que incorpora una salida HDMI que implementa la norma 2.1 (el mérito recae en el procesador gráfico de NVIDIA), 2 puertos USB 3.2 de segunda generación y tipo A, otros tantos con las mismas características pero de tipo C, un puerto Gigabit Ethernet, un jack de 3,5 mm combinado al que podemos conectar tanto unos auriculares como un micrófono, y, por último, un lector de tarjetas micro-SD. En este apartado no tengo nada que objetar.
Es bueno y bonito, pero no barato
Esta primera toma de contacto con este ordenador portátil me ha dejado un sabor de boca estupendo. Es robusto y está impecablemente acabado, tiene unas especificaciones muy atractivas tanto para crear contenidos como para disfrutar cualquier juego de última hornada, y, además, la segunda pantalla puede tener un impacto profundo en nuestra experiencia si nos hacemos con ella y la integramos en nuestro flujo de trabajo u ocio.
Confío en que tengamos la oportunidad de probarlo a fondo para poder ofreceros un análisis más profundo, pero hasta que llegue ese momento solo puedo ponerle una única pega: los 5000 euros que ASUS nos pide por él lo colocan irremediablemente fuera del alcance de la mayor parte de los usuarios. Y es una lástima porque es un auténtico equipazo.
Más información: ASUS
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