Días de gaming durante la última semana de mayo como ya es tradicional gracias a Computex, el evento centrado en la tecnología del videojuego y en los ordenadores en general, y ahí pudimos probar entre otras las novedades de Acer. La marca ha presentado nuevos dispositivos de consumo y para gamers, y tras pasar un buen rato probándolos os traemos las primeras impresiones del Acer Nitro 5 y del Acer Spin 1.
Al Acer Nitro 5 lo conocíamos hace pocos días, viendo que se trataba de la propuesta de portátil de gaming para las masas (es decir, algo más asequible) y que estaría disponible en dos opciones de gráficos: una Nvidia GeForce GTX 1050 Ti (el que probamos) o Radeon RX550. Por otra parte, el convertible, buscando ser otra opción en este tipo de producto que parece estar en auge. Os comentamos qué nos parecieron.
Acer Nitro 5: democratizando el gaming
Con una estética muy característica de los productos para este ámbito, el Nitro 5 encaja una pantalla de 15,6 pulgadas en una caja de policarbonato negro con detalles en rojo en bisagras y teclado. En este sentido no es muy diferenciador, claro que puede que tampoco convenga si la demanda atiende a estas características.
Esa pantalla de 15,6 pulgadas tiene resolución FullHD. Como solemos decir, esto para un ojo estándar y no demasiado exigente es más que suficiente, dando un nivel de detalle aceptable, y en este caso probablemente haya sido una decisión fundamentada también en ese aspecto de que sea un portátil para gaming algo más asequible.
En todo caso, en unos interiores con una iluminación media-baja, el brillo, el contraste y el color que vimos eran correctos, así como el ángulo de visión. Comentar que la reducción de marcos tampoco parece prioritaria en los equipos de gaming, echando un vistazo tanto a éste como al resto de equipos de la feria, y los de esta pantalla son considerables.
No conocemos el peso y las dimensiones en detalle, así que os transmitimos directamente las sensaciones que percibimos: es un portátil grande y relativamente pesado, aunque nada fuera de lo que cabía imaginar tras verlo. Aquí nos alejamos de metas como ser el más delgado de su clase o el más ligero de la historia; aquí ha de haber grosor suficiente para asegurar una buena ventilación e incrustar unos buenos altavoces, los cuales están en la base en su cara más frontal.
Manos a la obra: a jugar
Los ordenadores de muestras iban muy justos de software, con un Windows 10 con las apps de serie y un juego u otro según el ordenador. Nosotros probamos sobre todo a jugar a Overwatch, dado que los otros juegos eran de menor exigencia (como el 'March of Empires').
El juego arrancó y se ejecuto sin parones ni esperas en la carga, tanto en el arranque inicial como en cada uno de los menús y configuraciones internas. Probamos a movernos tanto con el teclado (que tiene remarcadas las teclas estándar de movimiento) como con el ratón, y pudimos pasar un rato jugando hasta cansarnos sin experimentar nada extraño.
La prueba importante, no obstante, venía al dejar a un lado el ratón y la partida al Overwatch para toquetear el chasis del ordenador y ver qué tal estaba refrigerando. Recordar aquí que el equipo integra dos ventiladores Acer Coolboost que pueden controlarse manualmente, y en este caso el ajuste pareció ser el adecuado porque no había ninguna zona demasiado caliente ni en la base ni por la zona del teclado o la zona que queda bajo las muñecas.
A falta de hablar de partidas de horas, la verdad es que el juego iba muy ligero y que los gráficos no parecían pesarle nada a esa Nvidia GeForce GTX 1050 Ti, y buenas sensaciones también con respecto a la temperatura. El ambiente era excesivamente ruidoso y fue imposible evaluar la calidad del audio, pero los altavoces al menos sí se defienden en potencia porque logramos oír sin subir al máximo los sonidos de los juegos entre tanto decibelio ajeno.
Acer Spin 1: ser delgado no lo es todo
Tomándonos un descanso de ordenadores robustos y grandes para gaming, Computex también es un lugar para probar los últimos dispositivos de consumo, entre los cuales vimos varios convertibles. Así, además de probar el ASUS ZenBook Flip S, también pudimos buscarle las cosquillas al Acer Spin 1.
El nuevo convertible de Acer integra una pantalla algo más grande, de 11,6 pulgadas y también con resolución FullHD y tecnología IPS. Datos a parte, el detalle es suficiente para quienes no exigimos un plus en este sentido y no es una mala elección cuando se trata de un equipo con probablemente poco espacio para batería y una configuración (como veremos) algo ajustada.
Bien de contraste y en interiores iluminados en abundancia el brillo respondía bien quedándose en un nivel medio-bajo (pero suficiente). Sí echamos en falta algo más de viveza en los colores y una temperatura algo más cálida en los blancos, pero tiene buen ángulo de visión y buena sensibilidad táctil. Eso sí, los marcos aquí nos sobran algo más, sobre todo tras ver lo que hace la competencia.
Se nota la dedicación en la construcción, consiguiendo 14 milímetros de chasis y un peso de 1,25 kilogramos (teniendo en cuenta que por ejemplo el Flip S de ASUS es algo más compacto y pesa 1,1 kilogramos, buen trabajo también aquí). De hecho en mano es ligero, aunque quizás un poco grande si buscamos algo que llevar de aquí para allá continuamente (o un sustituto vitaminado de un tablet).
Las bisagras están integradas a nivel de diseño y construcción en el borde con acabado en brillo, pero están demasiado duras. Puede que esto se deba a la novedad del dispositivo y que con el uso se afloje algo más para quedar en un punto más adecuado, pero en un primer momento nos hará algo más incómoda la conversión a formato tablet o atril, encasquillándose de vez en cuando.
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Bien de puertos, algo menos de tripas
En cuanto a la fluidez y el rendimiento, no hemos notado parones o dificultades de apertura o carga en tareas menores, pero se nota que se trata de un procesador más bien básico y no tiene la instantaneidad que vemos en configuraciones más potentes. Esto se nota al abrir determinadas apps (Mapas, Cámara, etc.), y no es que sea algo inaceptable ni mucho menos, pero nos deja claro que es un equipo hecho para un uso estándar y no exigente, a falta de probar videojuegos y otras apps pesadas.
En cuanto a conectividad está relativamente surtido, incluyendo un puerto HDMI y un lector de tarjetas que no todos estos equipos tan finos incluyen, además de dos USB (uno 3.1 y uno 2.0). Y en lo relativo a reproducción multimedia, la calidad del sonido es aceptable así como la captura del mismo por parte del micrófono integrado, y la webcam es algo pobre en calidad (en interiores bien iluminados).
Dos públicos muy distintos y una apuesta innovadora
Todo lo que suponga una reducción de precio sin que la calidad o prestaciones se vean afectadas en gran medida es algo de agradecer, y si el Nitro 5 es capaz de aguantar sesiones de juego de una duración mayor puede que tenga una buena entrada en el mercado. Nosotros nos quedamos con muy buenas sensaciones tras las pruebas, experimentando gran fluidez en gráficos y navegación por el sistema, así como con la carga de elementos del mismo.
El golpe en la mesa es bastante menos intenso con el Acer Spin 1. Compactar casi 12 pulgadas no es tarea fácil y hay un buen trabajo en este sentido, aunque quizás falte algo más de esfuerzo en ese frontal con marcos prominentes, y puede que hubiese compensado incluir un hardware más potente viendo lo que está haciendo la competencia. Aunque según a qué público esté encarado y qué precio de salida le quede puede que quedarse en un Celeron/Pentium haya sido cuestión de ahorro.
En ambos casos tenemos buenas sensaciones con las pantallas (no tanto los marcos), en cuanto a brillo, sensibilidad táctil (en el caso del Spin) y demás parámetros. Y los touchpads en ambos casos también son sensibles, acompañados de teclados con buen grado de presión.
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